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Despues de la Batalla de Flores febrero 25, 2006

Posted by doblege in Opinion.
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Antes que los amanuenses tilden este primer desfile de nuestra fiesta como apoteósico, fastuoso, alegre, y otros epítetos de la oficialidad, escribo mi parecer para la posteridad

LO BUENO: Aceptado ya lo de los palcos, este año se logro que disminuyeran en numero. Pareciera que se oyeron las indicaciones del personero y se pusieron en practica demostrando que con dialogo algunas cosas caminan.

La organización de las sillas en la acera del frente – por siempre hemos vivido bajo Sol – un acierto y la labor de la autoridad sobre 10. Ya debemos dejar de añorar los carnavales de antaño, los espacios y demás. Aceptemos que la ciudad creció. Ya esas fiestas de bordillo, de arrumaditos bajo el poste, de miserabilidad hay que dejarla a un lado y exigir –si tenemos que pagar por el palco, por la silla – buen trato y buena atención.

LO MALO: El problema llego cuando el ente oficial tenia que entregarnos un desfile esperado por casi un año. ¿Qué paso? Nos preguntamos aun sentados frente al PC.

Nos llevamos la lista del periódico oficial y de los casi trescientos grupos a desfilar solo un 25% pudimos apreciar. ¿Quien responde por esto? ¿Qué paso con el resto de grupos? ¿Donde desfilaron las farotas, las fanfarrias, los garabatos, do?

Un interminable comercial con figuritas, figuras y figurones de nuestra farzandula criolla fueron los que nos hicieron la fiesta. Volvimos a vitorear a Julio, a Enigma, a las hijas de la Niña Diana. Vimos en vivo a Los Reyes y dos o tres candidatos en campaña hicieron su agosto.

Donde quedo el ingenio punzante de M. Imitola? Sus ‘carrocitas humorísticas’ daban grima. Mensajes trillados en titulares de prensa no son, o más bien son, una manera fácil de salir del paso.

Y los interminables baches que desesperan al público que terminan invadiendo las aceras buscando un desestres rápido ante tanta improvisación.

¿Para que seguir? Si al man o manes de las carrozas les pagaran sus jugosos contratos, todos los muñecos armados para la fiesta recibirán su parte, la prensa oficial terminara viendo otro desfile fastuoso, sin baches, lleno de colorido y llevado a feliz termino mientras aquí desde el sardinel de la esquina aún rumio la mala inversión de los treinta mil barras en una silla que solo sirvió para observar mas de cuatro peleas que se formaron en el palco de enfrente que gracias al sobrecupo –parece que los sensores, que iban a pitar cuando el cupo se cumpliera no sirvieron pa’na- se llevaron a cabo.

Que vaina, espero que mañana nos vaya mejor en el desfile homenaje a Carlos Franco.